miércoles, 3 de marzo de 2010

TEMOR



He recorrido la arruga más incisiva esta noche. Voy de aquí para allá y no me acuerdo de en qué banco me senté la última vez. ¿Acaso importa? Me rebuscas como el que rebusca un papelillo en el bolsillo de una chaqueta sólo para regodearte en el encuentro... Estabas esperándome justo en el pliegue de lana que se posa en el latido. ¡Qué soberbio! Segundos de humo en el interior de mi boca convertidos en milenios no vaya a ser que una O se me escape desdibujado en tu armazón. No, no quieras saberlo. A veces, me arrastraba hasta el baño, sólo para chorrearte un poco así después desteñida podías verme mejor...Pero eso fue hace mil bancos...telas...y pliegues...¿Arrugas?...Sólo ha bastado un silencio...un silencio con bofetón para que de nuevo apareciera tu arruga incisiva...Después de tanto tiempo...Aprendiendo de tejidos, de texturas, de matices de jabón....colocados sobre el motor que me da vida....no han servido de nada...lo aprendido es desaprendido cuando el amor es correspondido....un infernal silencio....sólo uno....y ha sido como una planchazo marcando mi corazón....Arrugas.

3 comentarios:

  1. Y eso me gustá mucho a mí planchar las arrugas del corazón y también por qué no , los pliegues. Soy muy hacendoso en esas cosas.

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  2. Mientras sea delicadamente Drac...las arrugas del corazón son muy sensibles :) Un beso.

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  3. Menuda metáfora, muy interesante el símil. Me gustó tu entrada.
    Así que de Barna eh? más adelante te doy un toque y quedamos, ahora mismo apenas tengo tiempo para nada, yua sabes el estrés de todo homo estresus ciutatis jjeeeeje.
    Petons guapa

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