sábado, 8 de mayo de 2010

SOLEDAD ¿PARA QUÉ TE ABRES?


Soledad ¿para qué te abres?
Eres ruina que desatina entre pulmones de adrenalina y el viento amorata sin justicia ni paladar. Eres como una subida donde la vida se rebienta en una lucha indeleble entre la vida y la muerte, la sonrisa estridente, el chillido cobarde, la camisa que rebierte entre la luna que arde y los muros se pierden entre la risa sin abordar. Eres como una muñeca vestida sin cables que angosta sus retinas para no conocer sus iris, no perfilar colores ni llamas con que rotar. Eres como gota de viento que se llamara "Rebiento" al chocar contra las células cargadas de tanto amor sin dar. Eres como una chispa que asombra entre un cordón de aliento atormentados momentos donde la brisa de huellas deje el cuerpo marcar. Eres como una maravilla a la inversa dotada de senderos donde la lluvia al caer encargarse de perfilar.
Soledad ¿para qué te abres? El cielo es una penumbra de escarcha donde el púrpura no tiene fin. Sola entre la multitud. Ojos que se enganchan en una linea efímera de la degustación del otro perdiéndose en la diferencia. La profundidad de una voz que se atraganta entre los poros. Y no escarbar. Y no encontrar. La carne superficial. Y no hablemos de corazones, no hablemos de lo que nos ahoga atormenta dejando nuestra grieta en sentencia de según delante de quién estemos se abrirá más o se cerrará. Soledad. He de saberte abridora de lo que me carcome y enterradora de momentos de felicidad. Aglutinas. Y qué bien lo haces. Cada vez más me siento como una rata en un experimento y no me hallo en ningún lugar. Habitáculos desnudos donde la nostalgia del presente se convierte en un pasado demasiado obvio para esquivar. La redonda se termina. Y todo, todo lo que hasta ahora hoy en día más he querido, todo se ha ido. Y no se ha ido. Pero ya no está. Soledad de mi alma que te conviertes en parapente amando a su sombra sin dibujar. Contornos de unos lodos, chasquidos de unos posos que se deshacen y se esparcen rebosando los tapices del más allá, la niña que sueña. Soledad te he de saber. Te he de masticar. Ahora que el sinsentido me hace sentirte tan doliente me pregunto... ¿Le dolerá al cielo, las nubes a su paso, atravesar? Porque así es como me siento, entre la multitud, como una incógnita, una duda, una transparencia vanal. Entre nubes reflejadas. Entre cielos nos perdemos, nos rozamos, nos dolemos, sin saber casi nunca su profundidad. ¿Por qué somos tan estúpidos? Foros de un ahora, ánforas de un exterminio sin brotar, si brillara lo que aborda nuestro espejo interior, ¿qué seríamos capaces de mirar?


Soledad ¿para qué te abres?

"Soy abierta, porque nunca nadie me puede cerrar. Estoy contigo en tu día de nacimiento, y estaré contigo el día que perecerás"


3 comentarios:

  1. Es exactamente la más pura verdad, todo lo demás son elucubraciones de la mente. Un abrazo

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  2. Que bien expresado, se nota lo que sientes, lo transmites de maravilla. Frases magistrales que te hacen reflexionar...
    Besos

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  3. Cierto amigo Drac, lo demás son elucubraciones que cuánto nos impiden a nosotros mismos escuchar...Fail gracias, me alegro mucho si mis palabras pueden hacerte reflexionar...Besos a los dos.

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