jueves, 12 de enero de 2012

DESAPEGO



Desapego...
Sentirlo padecerlo, sentir que un camino se divide en dos, volver a ser uno mismo en una piel.
Llorarlo hasta sangrarlo para después encontrarlo en la llaga y reconocerlo entre sien.
Arraigado y atravesado desapego...
No hay ninguna persona igual...
Dos si en dos hay dos, son reflejos jamás de una misma realidad.
Andamos, padecemos, espejismos en oasis que llevan a un desván,
de recuerdos de alfileres descosidos que si remiendo encuentro
viejos telares donde esconder el sol si a la luna llega a besar.
Huellas y el suspiro siempre evadido prendido al otro rostro que queremos alcanzar
y no llega no llega... sin saberlo el latido es una pesa que arremete sin fin...late cuando no se escucha,
se escucha cuando no late y así lo miramos hipertérritos hasta que nos delate qué fuego encenderá.
En el destello de un brillo si es el ojo hundido a una par, el simil del abismo es fino como el vientre, como un sedal.
Encogido a ristras se expande y se hace violento para en un beso abordar
todas las palabras no dichas
aquellas que no salen
aquellas que arrebaten
que no son capaces de ser
sin un cuerpo estallar.

El desapego es tan necesario como el respirar tan dificil como el perdón, el olvido, la memoria la esperanza o el escondrijo donde niños
guardábamos secretos sin decir dónde están.
Voz que se hace propia sólo esculpida entre lágrimas y risas
mientras sean risas y lágrimas en soledad.
Nadie va a escucharla más adentro que tú.
Nadie va a poder llegar a tocarla más propia, más sincera que tú.
Viajes a un mundo desconocido llamado UNO MISMO.
Odiseas y quimeras, volcanes, de hielo tormentas...
Un viaje...díficil...
pero siempre con recompensa... sin mirar a atrás...

Sólo después y más que después
se puede fluir, ser hilo y melodía
llama que dibuja su sino
sin ser nada más.
Y sólo, sólo quizás después, vuelvan las almas a ser prendidas
en el eco de ser reconocidas
de ser esculpidas con sus propias manos
a golpes de tierra y de sal.