domingo, 9 de diciembre de 2012

REFLEJOS

 
Reflejos...
Oasis...
Velos...
que despoja la luna entre copas de alcohol,
palabras para disfrazar la ternura en pos de la falta que nunca cubrió,
gafas y remiendos para no encontrar el hueco donde reside el eco de la víscera que parió.
Arranco y recorro sin ver el tiempo,
mis tripas se hacen de huesos
para formar entre pieles salientes de estalactitas célulares
que eviten contactos oculares,
máscaras donde el incienso es hecho de un amor que consumió...
Y si te arrimas demasiado cuidado que te rebiento,
no mires más de lo necesario,
no quieras ver en otro lo que llevas tú en tu interior.
Reflejos, espejos...
No somos tan diferentes tan difícil
que alcancen en lucha a darse un beso
que la riña se convierte en niña,
bolas entre miradas,
despojos entre brasas de algodón.
Así forma su cuerpo, su figura,
heraldo de la más infinita extensión, así sus barreras.
Y no se da cuenta y siente...porque late...
en sus venas las barreras de otros que nunca sentir pidió.
Espejos...
La niña hoy se tumba adormecida,
ni avanza ni retrocede.
Sólo es un hilo de agua indisolvente
siempre a flote del aceite
mirando a una Luna cada vez más lejana
que no alcanza a besar a su Sol...
Hoy agarro los reflejos
para desdibujar sus excesos
y abaratar su finura
y convertirlos en trajes de plomo
donde la niña apagar su música
entre gritos de aplomo
porque hoy no le acompaña ninguna canción.
Reflejos.