Despistar el declive
para no caer en el vacío.
Olvidar que hay límites.
Desligar el desnivel
hasta encontrar tu silueta en el río.
Ahondar la vida
y traspasar el miedo.
Abortar la mentira
para verse a una misma.
Caminar en la ladera
a pleno sol descendida,
apartada del sombrero,
que tu sombrero aísla.
Arrancar la hierva
y recorrer la tierra,
así desnuda,
al filo de una nada
que nada nos quita
y todo nos tiembla.
Abortar la muerte.
Perpetuar la sonrisa.
Derribar mis memorias.
Ser verde y recuerdo
deslizándose, por las rocas,
estrechitas.

El aire es esmeralda

de tu recuerdo en mis líneas

la muerte se ha hecho presente

y no puedo encontrarte en mis días.

Tu maullido es un universo

que me acompaña infinita.

Tus patitas en mis dedos

son círculos que me devuelven

a los ríos y las nieves

sin entender porqué no vuelves

a acurrucarte en mis mejillas.

Y despisto el declive

para no caer en el vacío.

Porque no entiendo la muerte

y me pregunto incesantemente

¿adónde van nuestros muertos

adónde van nuestros seres queridos?

Tremendo nuestro momento.
Aquél que todo nos vibra
y nos devuelve a la vida.
Deshielos.
Los que no estáis,
siempre estáis
como el río en el deshielo,
despistando en el declive,
en mis memorias
siempre líquidas.
30-03-2024