TINTES DE VERANO
Azules que saben a rayas amarillas. Peces de rocas con bocas de claros y sombras y una pizquita de agua fresquita, sala los labios y deja las manos arrugaditas. Tintes de verano que no tienen final. Tintes, pintura es el arco porque abarco mis censuras. Encargo otros años, embisto, entretanto, con cierto espanto, lo que no concibo sin tortura. Para sentir paz. Abrir. Abrir. Hasta la célula sentir en la nube estallar. Y si la sangre arruga, la ola se vuelve duda, revuelta, se azula más y más. Turquesas abarca mi paladar. Hoy la llanura me estresa y me abruma las dos por igual. No puedo dividir mi angustia. Mi alegría hoy es un azar. El latido es un pez que se escurre y no puedo abrazar . Desaparece entre mis dedos como el agua que estalla en tierras sin parar. Adorna su eco como un brillo que despierta sobre la cresta de una ola, mis recuerdos, encontrar. Tintes de un presente ensordecedor. Y el mar me habla, como habla lo que palpita y ...
